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miércoles, 5 de septiembre de 2012
Sintesis de la VIDA.
Llegado un momento en la vida de todo homosexual, por un instante, no se sabe como ni por que empieza a recordar todo el daño que a sentido debido a su inclinación sexual.
Yo estoy en esa etapa, en ese momento en que sin saber por que empiezan a bombardear viñetas de mi vida a mi cabeza, haciéndome incluso más daño que en su propio momento.
No me resulta nada fácil plasmar lo que e sentido y sobre todo lo que siento con tan solo un teclado y un cigarrillo en la mano mientras escribo.
Me gustaría poder expresar exactamente lo que siento en este momento al ver esos flashes
de mi vida en que tan mal lo he pasado.
No existe forma posible y mucho menos palabras lo suficientemente exactas y claras como para expresar lo que siento al verlos.
El deseo, es algo así como estar atado de pies y manos, con una camisa de fuerza como si de un loco se tratase, sin poderte defender, ya que tu propia cabeza hace caso omiso a tus propios deseos, y por mucho que luches contra ella, te hace pensar solo lo que ella quiere. No se puede cambiar, no nos podéis hacer cambiar, nosotros no pretendemos que vosotros cambies, ahora si, ¿Por qué vosotros si?
Tirado al mar por aquellas personas que me han maltratado verbalmente, así me siento, así nos sentimos. Pidiendo auxilio, clemencia y no obteniendo nada a cambio. Se puede pedir auxilio, pero la única respuesta es una espalda, es lo único que e visto en muchos años, una espalda.
Podréis pensar que con 19 años se tiene toda una vida por delante y poco que contar, pero en nuestros casos hay mucha vida a las espaldas, muchas pesadillas y no precisamente de las que se borran con tan solo despertar de un sueño agobiante, sino que tenemos que convivir con el recuerdo y la persecución constante.
Escribiendo esto las lágrimas empañan mis ojos y mojan este teclado. Solo siento rabia, desesperación, agonía, tristeza y lo único que puedo hacer es gritar: ¿por que?, ¿por que así?
La gente te castiga cuando te sales de un patrón marcado por la sociedad, los ideales.
No vives, no disfrutas de tu niñez, ni adolescencia. Solo deseas que los días pasen como si fuesen segundos.
No sabes como vas a poder vivir el segundo siguiente, por no hablar de todo un minuto o una hora. Cualquier comentario puede desmoronar tu vida.
En los momentos en que te dicen simplemente mariquita es tanto el dolor que sientes, por el machaque continuo que la intensidad de ese dolor llega a ser volcánica.
Como síntesis de mi experiencia como hombre de orientación gay, enfermo de la vida, he desarrollado un mundo propio, la palabra.
Antes creía que la educación era la solución a todo. Pero es imposible educar a gente que cree que ya lo sabe todo, especialmente si se trata de gente capaz de destruir a los suyos, por querer aparentar esos ideales tan atados a nuestra sociedad. ¡¡La ansiada masculinidad!!
La palabra es la única magia, el alma y la razón son regidas por ella. En un mundo de locos, como es el nuestro, la única solución a los problemas sociales, es contar tu historia, pero la gente de hoy día no sabe escuchar, así que yo decidí escribir para hacer ver a la gente, que no por tener una orientación sexual u otra hay que clasificarnos como botellas de vino, todos amamos y sentimos y ante todo, todos somos personas. ¿O algunos no?
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