Hay pequeños detalles en la vida, que no se empiezan a valorar hasta que los pierdes.
Ir cogidos de la mano dando un paseo, una caricia, un abrazo a la luz de la luna. Un beso un día cualquiera sentados en cualquier banco, de cualquier plaza. Un cruce de miradas entre la multitud. Una sonrisa cómplice...un guiño...una simple demostración de afecto....
El sentirse libre y desatado tras toda una vida de represión.
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