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jueves, 6 de septiembre de 2012

Oda a la amistad...


Pocos, pero bien avenidos son los amigos que la vida a puesto en momentos estratégicamente pensados, en mi camino.

La palabra amigo en toda su extensión hacia ya demasiado tiempo que no me decía nada. era una palabra sin mas, poco usada en mi vocabulario y estaba muy lejos su significado de mi comprensión.

Hoy entiendo que para saber quien es un verdadero amigo, no es necesario que este acompañándote en los momentos difíciles; ni tan siquiera que sea cómplice de tus alegrías.
Un verdadero amigo es aquel por el que te preocupas, aquel que te transmite su dolor. Por el que se te hace un nudo en el estomago con sus tragedias.
En definitiva aquel que vive las tristezas y las alegrías a la par que tu.

Cuando el ecosistema de alguien que esta a tu alrededor se tambalea y lo sientes como si fuese el tuyo propio. Cuando la luz de sus vidas se apaga y tu sientes esa oscuridad. Cuando sus temores, son tus temores. Cuando ves que no solo tu tienes corazón y comprendes que los demás también sienten y tanto o mas que tu. Descubres que aquel que pensabas que solamente era uno mas a tu alrededor, es tu verdadero amigo. Aquel por quien vale la pena luchar y que te hará ver la vida en mas de un color.

A vosotras luchadoras, trabajadoras que lo habéis dado todo por una causa común. Que la vida os a sorprendido con un traspiés y habéis sido maltratadas por la vida recientemente. Vosotras sabéis quien sois: madre e hija, hija y madre. Os quiero AMIGAS.

Y a vosotros ''familia'', los que habéis sentido en vuestras almas como un luz de las que guían y alumbran el sendero se os ha apagado. Aquellos que sentís literalmente que os a mirado un tuerto. Aquellos por los que aunque siempre me ha unido un cariño, hace apenas unos meses no nos unía ni un simple saludo. Quiero que sepáis que se lo que es que una luz guía se apague, que siento vuestra oscuridad y eso me demuestra a mi mismo que os quiero como AMIGOS.

A todos, al igual que luchare por que la alegría y las sonrisas inunden mi vida, también lo haré por que inunden las vuestras. Por que no solo duele el no sentir alegría sino también el ver como se os apaga y se os borran las sonrisas.

Se os aprecia y sobre todo se os quiere.

Oda a los enemigos...


Hay momentos en la vida que desmoronan tu ecosistema. Momentos en los que la palabra cordura se pierde en la lejanía y dejas paso a amargos sentimientos que inundan gota a gota el océano de tu órgano pensante.

Es lógico que haya momentos así pero sobretodo es necesario. Una vida sin sus contrapuntos no es una vida digna y completa.

Esta a sido siempre mi forma de pensar. Creer que cada situación es alma gemela de un sentimiento encontrado.
Incluso disfruto en los momentos en los que la amargura y la melancolía recorren cada milímetro de mi piel y se cuelan poco a poco por cada poro de la misma hasta empapar el tuétano. Todo en esta vida es disfrutable.

Siempre me he enajenado cuando personas que han pasado por situaciones verdaderamente duras, gritan a los cuatros vientos que no se lo desean ni a su peor enemigo.
Señores, señoras, subnormalitos y monguis mios, no os lo creéis ni en vuestras mejores fantasías.
La palabra ENEMIGO, entabla el desear a cada uno de ellos, todo lo peor que os pueda pasar por la cabeza... ¡¡No vengamos ahora con sentimentalismo cutre!! Hacer el favor de recurrir a vuestros mas bajos instintos y conectar de una puta vez vuestro cerebro a la lengua.

Cuan bonito es y como nos regodeamos cuando a un enemigo intimo y del alma le ocurren las cosas mas desgraciadas habidas y por haber. Ese sentimiento cuando te enteras de los problemas de aquellos a quienes odias en lo mas profundo de tu ser, es verdaderamente indescriptible. Sientes como la adrenalina recorre tus venas y como la serotonina se dispara y dispersa por todo tu cuerpo para convertirte en apenas segundos en la persona mas feliz de este planeta.

Por eso enemigos mios... Gozare cuando vuestros problemas lleguen a mis oídos, disparando mi mas profunda alegría.