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sábado, 8 de septiembre de 2012

Presentación festera Hoguera Parque Lo Torrent - La Huerta 2011.


Nunca puedo recordar los sueños. Quizá parezca extraño pero cuando despierto es como si mi mente no estuviera dispuesta a compartir conmigo lo que recreaba mientras dormía, escondiendo los sueños en algún cajón del subconsciente que soy incapaz de encontrar y, por supuesto, de abrir. Sueños de fiestas inolvidables, de viajes fantásticos a lugares en los que la imaginación se siente como en casa, vidas paralelas que sólo son palpables mientras duermes…Intento recordar mi último sueño. Poco importa que me esfuerce. Mi mente permanece repleta de inciensos, velas y perfumes de sueños.

Hace un año tuve un sueño que al despertar recordaba tan claro como si lo hubiese vivido y me puse a escribir lo que recordaba antes de que desapareciera como todos los sueños. El siguiente relato es parte de ese sueño.

-¡Hola! –me saluda el mercader sacando la cabeza fuera del puesto. Al hacerlo, desprende una de las velas colgadas de la estructura de metal precipitándose sobre el mostrador, una mesa tapizada con un estampado de fantasía.-. ¿No te interesan mis sueños? Tengo uno especialmente imaginado para ti.

Bajo esta gruesa capa de cera amarilla, de la que sobresale un cordón turquesa en uno de los extremos cilíndricos, hay un sueño que pide a gritos un rincón temporal dentro de tu subconsciente.

Sonríe sin malicia, escondiendo bajo el semblante marcado por la edad y las vivencias un deseo sincero de que sus palabras se conviertan en realidad.

-¿De qué trata este sueño? –pregunte curiosa-.

-Es una sorpresa.

Me tembló la mano con la que intente encender aquella vela, que reposa en soledad en el centro de mi mesita de noche aguardando el instante de recibir el ardor de la llama.

Observe el danzar ondulante de la llama recostada sobre las sábanas, dejándome hipnotizar por el fulgor naranja azulado y por su perfume, que se desprende amarrado a un fino cordón de humo, ascendente en línea recta hasta llegar al techo. Tiene un olor familiar. A qué me recuerda este olor”, pensé mientras cerraba los ojos debido al escozor del cansancio. “Es como si…” “Sí, huele a pólvora, ahora lo recuerdo. Este es el perfume que guardo en mi memoria, de aquel año tan fascinante que recuerdo, cuando represente a mi hoguera” El perfume adherido al alma, un perfume que hasta este momento nunca he podido olvidar.

Al despertar soy incapaz de aguantar mis propias ganas de llorar. Al principio fueron unas lágrimas en silencio, pero pronto el lloro se hizo perceptible hasta subir de tono y causar un estruendo, como el pitido de un despertador que enloquece a la hora de despertar. Estaba soñando. Y puedo recordarlo. Miro la mesita de noche y un charco solidificado de cera es el único vestigio que queda de la vela que anoche ardía desperdigando el perfume que, seguramente, fue el que estiró del hilo del que penden mis recuerdos hasta sacarlos a flote convertidos en sueños.


Hoy se, que aquel no era un mercader común, sino Mamu, la diosa de los sueños.

Alguien me dijo en una ocasión.
-Las velas funcionan bajo las órdenes de la mente de quien las usa: poco importa el sueño que cobije, es el sujeto quien finalmente acaba armando su propia versión-

Al fin y al cabo “los sueños, sueños son”
Todos soñamos con hacer realidad nuestros sueños. Sueño y realidad, pues, se mezclan, para hacer de la realidad sueño y de los sueños realidad.

Toda la historia esta regida por los sueños...Vino Calderón y nos dijo que “La vida es sueño”, el mismo Shakespeare tuvo “El sueño de una noche de verano”, y Freud se adentró en la psique humana a través de los sueños... Vivimos, pues, de sueños.

Hoy, estamos aquí para soñar, para revivir sueños ya cumplidos.
Al fin y al cabo soñar no cuesta dinero ¿O si?

( DESPEDIDA)

Hemos despedido, a las niñas y señoritas que han podido vivir el sueño de
ser damas y bellezas de su hoguera.
Ahora ellas emprenden un nuevo viaje a través de las fiestas en el barco que las transporta a unas nuevas ilusiones. Tras la borda del barco dejan caer su cargo, como su ofrenda personal a la reina de las aguas, para que haga realidad los sueños de otra niña y de otra señorita.
Yemanya, la reina de las aguas, madre de todos los dioses, a mandado a dos de sus esclavas en peregrinaje hasta aquí, para ordenar a su hija la diosa de los sueños que haga brotar del árbol mágico, los sueños e ilusiones. Pero sobre todo para que llene los cofres mágicos con el mas preciado de los sueños.

Ahora recibimos en el escenario, a las niñas y señoritas que recogen su testigo.
Podrán vivir todo un año mágico y harán que esta noche sus sueños pendan de un hilo para convertirse en realidad.

Enviados de los dioses...


Un concurso ''literario'' algo ''cutre'', con unas normas un tanto peculiares y monotematico, hizo que escribiese esta fabula. En un principio estaba mucho mas trabajada, pero por exceso de caracteres tuve que ir recortando y quedo de esta manera:

Nadie entendía por que cada medianoche y desde el año 1946, la mente de los San Vicenteros eran inundadas de extrañas imágenes.
Soñaban con un monumento cada noche distinto, lleno de formas y colores casi imposibles de distinguir para el ojo humano, con una verbena popular. Se veían así mismos bailando, riendo y disfrutando como niños.
El sueño finalizaba con un gran fuego que lejos de temer miraban atónitos con tristeza...
Los corrillos no tardaron en hacerse ver por las calles del pueblo de San Vicente del Raspeig, los vecinos se juntaban para hablar del sueño, para intentar darle un sentido.
Es extraño que todo el pueblo tuviese noche tras noche aquel perturbador sueño.
Hacia mucho tiempo, el Dios del fuego Aresmis llego a un acuerdo con el pueblo para que reinara la paz entre los dioses y los mortales.
Desde entonces el segundo fin de semana de Julio, quemaban toda clase de trastos y muebles viejos, para asi dar ofrenda al Dios del Fuego.
Con el tiempo la historia del dios Aresmis cayo en el olvido, aunque siguieron dándole ofrenda cada año como una costumbre.
Los sabios del pueblo leyeron uno a uno todos los libros de la biblioteca municipal que pudiesen dar alguna pista de lo que significaba aquel sueño, sin hallar respuesta alguna.
En el pueblo vivía una niña desconocida para muchos. Era una niña especial, tenia dificultades para moverse y no podía oír ni hablar. Vivía excluida en su casa por que su madre pensaba que era la semilla del mal y no quería que las gentes del pueblo supiesen de su existencia.
Solamente ella soñaba distinto. Se veía en el sueño con un traje de corpiño y falda de gran vuelo con un estampado de fantasía. Peinada, con una flor en un lado y una peineta adornando un moño muy laborioso.
Se veía prendiendo aquel fuego. Todas las caras a su alrededor eran una mezcla de tristeza y satisfacción. Pero solamente ella lloraba desconsolada viendo como aquel fulgor anaranjado hacia cenizas tan bonito monumento.
En su casa empezó a fabricar muñecos y figuras de cartón piedra. Llegando el momento de la quema de hogueras de Julio, salió a la calle, llevando consigo una a una todas las figuras, uniéndolas entre si, para crear un fantástico monumento digno del sueño de cualquier San Vicentero.
Las gentes miraban con asombro como el sueño que les perturbaba, se estaba haciendo realidad.

Las campanas de la iglesia repiqueteaban sin cesar para que todo el mundo pudiese contemplar por primera vez su sueño estando despiertos.
La gente se amontonaba para poder disfrutar de aquel espectáculo de figuras y color.
Terminando, la niña puso un cartel. En el rezaba la leyenda del Dios del Fuego y contaba como con el paso de los años las ofrendas le sabían a poco. Por ello exigía que no se quemasen trastos viejos, sino monumentos de gran belleza. Por eso se colaba en sus sueños.
Los sanvicenteros aun incrédulos de semejante leyenda fantástica, pudieron comprobar aquella noche, que el sueño cambiaba... tan solo soñaban con la verbena y el fulgor del fuego.
Fue entonces cuando creyeron la leyenda y supieron la necesidad de cumplirla. Haciendo una verbena popular en la que los vecinos bailaron y disfrutaron hasta altas horas de la madrugada.
A la mañana siguiente volvieron a repiquetear las campanas de la iglesia. Allí esperaba con una noticia la alcaldesa. La ultima en llegar fue la niña, los vecinos uno a uno y en agradecimiento fueron dejándole paso para que se pudiese acercar al sitio donde la alcaldesa daría una importante noticia.
Informo de la importancia de seguir año tras año haciendo realidad el sueño de los sanvicenteros y por ello decidió que cada año se celebrarían festejos en honor al Dios del Fuego.
Comento la importancia de que el monumento fuese quemado esa misma noche.
Nombro reina de la fiesta a la niña.... ya que fue la enviada del Dios para dar su mensaje.
Al ir la niña emocionada a dar las gracias a la alcaldesa por tan importante cargo para ella, la esperaban junto a ella los mas famosos modistos del pueblo para ponerle aquel traje con el que solo ella podría haber soñado. La emoción lleno su cara de lagrimas y mas aun al darle el honor de ponerle nombre a dicha fiesta. Su blanca cara se ruborizo al verse observada por tanta gente y no poder hablar para darle nombre.La gente pedía a gritos que le diese nombre a la fiesta. De repente salió corriendo cual rayo, abriéndose camino entra la gente y dejando con cara de incertidumbre a todo el pueblo.
Tan solo unos minutos antes de la medianoche apareció la niña con un cartel que dejo reposar a los pies del monumento . En el se leía: La fiesta del fuego, será la fiesta de hogueras. Y yo no seré reina del fuego sino belleza del fuego y cada año el cargo será cedido de una mujer a otra, que será la encargada de quemar el monumento.
Noto que unas suaves manos tocaban su pelo, entonces supo que su sueño se cumpliría del todo. Le hicieron el peinado mas maravillo jamás visto y lo adornaron con flores y una peineta.
Aquella noche de 1947 comenzó la tradición, pero sobre todo cambio algo mas importante. Las personas que como ella tenían alguna minusvalía pasaron de ser personas raras y mal vistas para considerarles personas especiales enviadas por los dioses.

Fuego...

Antes de nada aclarar, que este ''textillo'', fue obra de un concurso literarios que daba muy pocos margenes y es por ello, que es un poco.... Distinto a lo que escribo habitualmente.


En ti el yin y el yan
El bien y el mal
El color y la ceniza
El bello fulgor y el agonizante calor


Fuego fausto y devastador
tan solo cenizas dejas a tu alrededor
Con tu furia llenas de lágrimas
los rostros de quienes la fiesta aman.
En tu fulgor anaranjado se pierden y desvanecen
infinidad de colores, sentimientos y esfuerzo

Contigo se abre y se cierra el ciclo
Por ti hacemos y tu deshaces.
Por ti nos rompemos mientras tu te avivas.

Fuego fausto y devastador
A pesar de que tu no sientes,
cientos de miles de sentimientos
se agolpan en tu interior.

En ti el yin y el yan
El bien y el mal
El color y la ceniza
El bello fulgor y el agonizante calor


El yin y el tan
el bien y el mal
tristeza y alegría
Solo tu puedes darnos ambas...