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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Chicas de ''compañia''...

El tiempo tan solo había consumido la mitad de su jornada laboral y el sueño empezaba una lucha acérrima contra la conciencia. A estas alturas el sueño ganaba por K.O absoluto. Nunca imagino que la vida le iba a conducir por derroteros tan distintos a lo soñado. Hacia tan solo unas semanas que había empezado a trabajar en un club. Su horario laboral era mas largo que el camino que recorren las agujas de un reloj hasta completar un ciclo para volver a empezar. El camino al trabajo tampoco era algo que ayudase a amedrentar los ánimos. Estamos en Febrero, que aunque este año esta siendo mas bien cálido, a medida que cae la noche empieza a refrescar con una fuerza inusual si lo comparamos con el resto del día. Cada día se levanta a las tres de la madrugada. El suele decir que lucha consigo mismo para poder despegar su cuerpo de la cama. Vive en un barrio lejos del casco urbano, perdido de la madre de Dios. Rodeado tan solo y por los cuatro costados de polígonos industriales. Que en la época de recesión económica en la que vivimos han cesado sus trabajos y empiezan a convertirse en viejas y destartaladas naves abandonadas. No desayuna, ya que su estomago le impide comer a esas horas. Se mete en la ducha para así poder despejarse aunque sea tan solo un poco. Prepara sus mochilas varias. Saca a los perros a pasear y se monta en su vieja y destartalada motocicleta para hacer el largo viaje de todos los días. Tiene que atravesar su barrio y un polígono para empezar a cruzar de punta a punta la ciudad. A estas horas le es muy fácil ver a ladrones furtivos robando el cableado y hierro de las fabricas abandonadas para posteriormente venderlo a la chatarra. Los chatarreros han hecho de la crisis económica, su negocio. Una vez atravesada la ciudad debe adentrarse en otro polígono. Las empresas de este ultimo parecían haber ganado la batalla, ya que aun a esas horas el trafico es muy concurrido. Tras salir del polígono tiene que conducir a través de caminos sin tan siquiera asfaltar, llenos de campos de cultivo. En mas de una ocasión había tragados insectos varios al olvidar bajar la visera del casco. Tras varios kilómetros por estos caminos, empieza a divisar a lo lejos el letrero de su lugar de trabajo. A cada metro que disminuye la distancia hacia el club, su animo decae un poco mas al pensar que tardara mas de doce horas en salir de allí. Aquel día se le pegaron un poco las sabanas, por lo que con las prisas olvido abrigarse. Llego al trabajo con las manos amoratadas del frío. Miro la hora y...¡¡¡sorpresa!!! llegaba con quince minutos de antelación. Como es un fumador empedernido, tras aparcar y atar su motocicleta, se encendió un cigarro a la vez que contemplaba la fachada del club. Es un chalet de dos plantas, en la terraza de la planta mas alta descansaba el recién apagado letrero luminoso, rosa y azul que sirve de guía a los clientes. Dispone de dos aparcamientos, entre ambos suman una superficie de varios miles de metros cuadrados. La entrada...decorada al mas puro estilo paradisiaco, repleta de palmeras y plantas tropicales. La fachada del edificio y las escaleras de un negro mate, destacan con el porche, decorado con cientos de bombillas leds en tonos anaranjados, asemejando un inmenso cielo estrellado. Siempre que el tiempo se lo permite, queda maravillado con las enormes cascadas de agua que recorren toda la fachada para romper y terminar en un estanque que rodea todo el edificio decorado como una autentica laguna llena de nenúfares. De repente soltó grito. Empezó a dar saltos de aquí para allá. El encargado del club, un ex culturista bastante dejado de metro noventa y cabeza afeitada salio a ver que pasaba. El cigarro de Izan se había consumido en sus dedos sin apenas a ver recibo ninguna calada, debido al ensimismamiento que le provocaba el sonido del agua. Haciendo que este abrasase sus dedos. El encargado Iker, todo un chicarrón del norte...al ver su cara de pasmado rompe a reír a carcajada limpia de la situación. Sus carcajadas bastante peculiares ya que de vez en cuando entre carcajada y carcajada hacia un ruido semejante al de un coche frenando en seco, resaltaba mucho con su imagen de matón de discoteca. Izan entro agachando la cabeza y ruborizándose por la situación. Al entrar una recepción abandonada y polvorienta daba paso a la discoteca del club. Tras un muro en semicírculo, decorado con azulejo plata con purpurina, esta la discoteca.... en adelante la sala. Es una habitación de suelos negros y brillantes. Las paredes están decoradas con papel negro con detalles florales en plata. A lo largo de las paredes hay un total de seis columnas luminosas con lienzos pintados de chicas exuberantes, en posiciones muy sugerentes. A lo largo de la sala, varios sofás de dos y tres plazas de cuero negro con sus respectivas mesas auxiliares le otorgan un punto de serenidad. En una esquina una tarima transparente con barra para que las chicas hagan bailes eróticos. En el centro de la sala, una barra con forma oval. Dentro de ella estantes de cristal con leds color azul con las bebidas; dos columnas forradas de espejo y todo los utensilios necesarios para un sitio como este. En el otro extremo de la sala hay una cortina que hace a la vez de tabique para el reservado. En el... otra barra con apenas dos taburetes y un sofá biplaza. A la derecha de la cortina, dos puertas. La primera de ellas, es una puerta común en color roble que da paso al servicio de los clientes. La otra puerta de hierro, decorada con el nombre del local y varias mujeres semi desnudas, conducen al centro neurálgico del club. Lo primero que encuentras es una escalera a mano izquierda seguida de una maquina de bebidas y snacks seguida también por otra puerta que da paso al aseo de las prostitutas. A la derecha el almacén de bebidas. Enfrente el despacho o privado, una estancia con dos mesas de despacho; un mural con infinidad de llaves y sin orden alguno y un monitor de dimensiones espectaculares en el que se divisan todas y cada una de las cámaras de vigilancia que posee el local. A su derecha un pasillo bastante largo que termina con tres puertas en sus extremos. La de la derecha, una habitación que se usa de vestuario a la vez que de almacén para los productos de limpieza. A la derecha la suite numero tres, equipada con el mayor lujo posible; una cama redonda, un sofá de cuero, mesas auxiliares pintadas al mas puro estilo barroco con multitud de jarrones sobrecargados; Un jacuzzi como no, decorado con laminas de mujeres semi desnudas. Tras un semi muro de pavés transparente el baño, un inodoro un bidé y un lavabo. Las luces rojas y graduables en intensidad, le confieren un alo de sensualidad para Izan antes desconocido. En la puerta de enfrente un salón comedor. Sin lujos...diáfano. En el tan solo había muebles de aluminio mas típicos de una cocina, dos microondas, una tostadora (que no funcionaba), una maquina de café (que solo Izan usaba), vajilla y cubiertos para cientos de personas y un par de mesas rodeadas de sillas. Es la única estancia de la planta baja que posee ventanas, continuamente maúlla un gato para que se le eche de comer. En uno de los extremos una puerta da paso a la cocina. Una cocina industrial con todo lo necesario para la vida diaria de mucha gente. Bastante amplia y diáfana. Aquí es donde Izan pasa la mayor parte de su vida laboral ya que puede descansar al ser la única habitación junto con la suite numero 3 de la planta baja que no tiene videovigilancia. Las escaleras anteriormente mencionadas, de madera y espejo conducen como es obvio a la planta superior. Esta zona esta prohibida para el personal masculino del club. Al llegar arriba una recepción, un panel con taquillas, un pequeño cuarto de la limpieza y un pasillo en forma de U con 40 puertas que dan a sus respectivas cuarenta estancias. Varias suites, un numero hoy por hoy desconocido para Izan y las habitaciones de las chicas. Por fin después de mas de seis horas solo recibía una visita. Es el chico de mantenimiento al cual ha tenido que llamar por que una de las maquinas tragaperras anoche no dio el premio, supuestamente por falta de dinero suelto. Voy corriendo hacia la puerta para abrirle la valla del parking, ya que todas las noches la cierro por seguridad. El hecho de estar aquí solo en una zona mas que despoblada ha hecho que sea mas miedoso si cabe, de lo que era. Por fin llego a la valla. Esto de tener llaves a pares para cada puerta hace que tarde una eternidad para ir de un sitio para otro. Allí me estaba esperando Juan, en el poco tiempo que llevaba trabajando en el club, hemos mantenido multitud de largas conversaciones. Su trabajo le obliga a hacer ruta por casi toda la comarca por lo que la mayoría de tiempo lo pasa solo conduciendo en la furgoneta. Cuando nos juntamos se nota que nuestro trabajo es mas bien aburrido ya que no paramos de darle a la sin hueso. Le abro la valla, pasa al parking y vuelvo a cerrarla tras de si ya que me siento poco seguro aquí y además así me lo indico el encargado. El sol de la mañana me tiene mas que cegado. Apenas puedo abrir los ojos un poco, lo suficiente como para ver con tan poca claridad que solo vislumbro su silueta...y...¡¡sorpresa!! no pude evitar abrir los ojos desmesuradamente para volver a cerrarlos con una mueca en la cara mezcla de dolor y de enfado...Hoy no había venido Juan, en su lugar venia un compañero con cara de poco amigos. Mi animo a decaído un poco mas. Lo conduzco hacia las maquinas. Me espera un largo rato con el, ya que al menos Juan tardaba bastante y tengo a obligación de estar pegado cual lapa a todo individuo que entre de fuera en el club en mi horario laboral. Me desespero con este tipo, he intentado mantener una conversación con el, pero su vocabulario se limita a monosílabos. Cansado de mirar su cara de asco, echo a tirar mano de mi paquete de tabaco, pero ¡¡¡Ooohhh Noo!!!, no lo llevo encima. Dudo un poco en si dejarlo solo para ir en busca del tabaco. Lo miro de reojo y voy hacia la cocina. Una sola mirada a su insípida cara me ha sido suficiente para decidirme. Una vez en la cocina cojo tabaco y cenicero y vuelvo a la sala. Me enciendo un cigarro y le doy profundas caladas, con el aburrimiento es lo único que me queda. No llevo ni la mitad del cigarro, cuando se gira y me dice que ya ha acabado. Me da una bolsa con el premio que la camarera anoche tuvo que pagar a un cliente y me dice la cantidad. Sin mas lo invito a que se marche... Vuelvo a abrirle la valla y espero a que se marche para volver a cerrarla. Esta siendo un día peculiarmente aburrido. Por primera vez estoy solo en el club. Anoche se fueron todas las chicas de día libre, con lo que volverán cuando yo halla terminado mi jornada. Mi trabajo consiste en limpiar toda la planta baja del edificio y preparar y servir desayuno y servir la comida que previamente había dejado preparada a cocinera durante la tarde anterior. De momento no había coincidido con ella, pero por lo que las chicas contaban es una mujer mayor con una imagen de poco aseada y borracha. Vamos... todo un lujo. Por ello la mayoría de las chicas no quieren la comida que deja preparada, con lo que me toca casi a diario prepararles yo algo de comer. Se de buena tinta que el dueño del negocio estaba pensando en despedirla, de hecho en un principio mi trabajo aquí iba a ser en su puesto. Empecé viniendo aquí a hacer los días libres de mi pareja, que es quien trabajaba en mi actual puesto. Al enterarme de que buscaban nuevo cocinero/a , enseguida me ofrecí ya que mi situación laboral iba de mal en peor. Llevaba casi un año como autónomo del sector limpieza y mantenimiento. Trabajaba para dos administraciones de fincas, que solo sabían prometer nuevos trabajos pero jamas vi nada. De hecho mi sueldo se limitaba a doscientos euros mensuales. Menos mal que cada tres meses, al hacer la declaración de impuestos, quedaba algo de dinero y lo repartía a medias con mi cuñado que era a la vez mi socio. Esto hacia algo mas llevadera mi situación económica. Aun así la posibilidad de mas dinero, con contrato y opción a futuras prestaciones de desempleo me interesaba muchísimo mas. Hice una prueba de cocinero un domingo ser que les gusto ya que esto fue a finales de mes y me solicitaron la preparación de un menú semanal para empezar a primeros de mes. Llego primeros de mes y siempre se retrasaba..., a los pocos días se nos comento a mi pareja y a mi el hecho, de que el cambiase de lugar de trabajo a otro club del mismo dueño y yo quedase aquí en su puesto. Ya que al hacerle yo los días libres ya conocía el funcionamiento del club. El tan solo llevaba trabajando aquí un par de semanas o a lo sumo tres. No lo dudamos ni tan siquiera un momento y dijimos que si. Esta nueva situación nos abría un nuevo abanico de posibilidades a nivel personal. De hecho era una opción mucho mas atractiva que la del puesto de cocinero, ya que era mas jornada laboral y por o tanto mas suelo. Y lo mas importante los dos tendríamos el mismo horario laboral, en el otro puesto yo trabajaría en sus horas libres y apenas podríamos vernos una hora diaria. El tiempo parecía haber acelerado su ritmo. Había quedado ensimismado en la lectura de una novela que llevaba en danza algo mas de un año y que debido al mucho tiempo libre que tengo en el trabajo había decidido retomar. Desde mi sitio de descanso personal en la cocina, puedo ver un monitor con las cámaras de los accesos al club. Llevaba un buen rato leyendo ya que casi es la hora de comer. Como hoy estoy solo y no tengo que preparar comidas, no hago caso de los horarios ya que no me apetece comer. Mientras me sumergía en la lectura, había abierto una bolsa de patatas snacks y picoteaba de cuando en cuando. Por lo que pese a ser la hora de comer no tengo apetito. Decido hacer un parón en la lectura para fumarme un cigarro. Mientras fumo pienso en la historia que me tiene sumergido en otro mundo. Es la magia que posee la lectura. Es una historia preciosa a la vez que inquietante. Cuenta la historia de una pareja homosexual, portadores ambos del VIH. Cuando enferma uno de ellos, su cónyuge le hace prometer que en caso de fallecer y de haber otra vida después de la muerta, le avise mediante señales de que aun les queda otra posibilidad de vivir otra vida juntos. ¡¡¡Leñes!!! Otra vez ensimismado en mis pensamientos he dejado que se me consuma el cigarro y me he vuelto a abrasar los dedos. Se me ha escapado una lagrimilla, no se si por el dolor o por el argumento del libro, pero de repente me ha entrado una risa floja al imaginarme a mi jefe revisando las grabaciones de las cámaras y viéndome pegar saltos de un lado para otro desenfrenadamente. Para colmo dos veces en el mismo día. Esta ultima he acabado en medio del comedor gritando y maldiciendome por no tener la cabeza donde debo. Siempre he tenido un respeto inusual por los libros, por eso mientras leo no fumo. Pienso que un libro es un regalo desinteresado de quien lo escribe. Llevan tanta magia en su interior, en un tamaño tan reducido he llegado a vivir en varios mundos y conocido multitud de personajes. Por ello me parece un delito que se puedan estropear por la torpeza humana. Pero hoy me voy a saltar ese respeto, ya que me he quedado con ganas de fumar y mi naturaleza inquieta me impide esperar mas para sumergirme de nuevo en la historia.

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