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miércoles, 5 de septiembre de 2012
Las dos caras de Li. Capitulo 2: Un viaje de ida y vuelta.
Eran las cuatro de la tarde y como no tenia nada que hacer hasta las cinco que había quedado con una compañera de trabajo para ir a recoger las nominas, decidí ir a hacerle una visita a mi madre.
Cogí una bandolera color beige y la llene con bártulos que nunca suelo usar, pero me gusta llevar.
Baje las escaleras no sin antes cerrar la puerta con llave, ya que últimamente se habían sucedido varios robos en mi comunidad.
Mis padres viven en el bloque de al lado, por lo que enseguida estaba ya en la puerta, toque al timbre y me contesto por el telefonillo.
Si, ¿Quién es?
- Soy yo mama, estas liada o me invitas a un cofee…. – deje caer como quien no quiere la cosa.
- Pues estaba en la ducha, eres siempre más oportuno chiquillo, anda sube y prepara café.
Me abrió la puerta y subí. Fui directamente a la cocina y me puse a preparar el café.
Lo puse en el fuego, saque mi paquete de tabaco de mi bandolera y me encendí un cigarro saliéndome a la ventana a fumármelo, ya que en casa de mis padres no se fuma.
Sonó el teléfono y lo cogí:
-Si, dígame.
- ¿Nai?
-¿Li? ¿Eres tú?
- Si, oye llego sobre las diez, ¿podrás venir a por mí?
- ¿Cómo es que me llamas al teléfono de mi madre? ¿Como lo has conseguido?
- Te estoy llamando al tuyo, a tu móvil.
- Aisss, si perdona es que tengo las llamadas desviadas, se ve que no tengo cobertura aquí.
- Me habías dejado to loca. Bueno ¿Podrás venir a recogerme?...
-Pues la verdad es que no creo, pero bueno yo ahora le dejo las llaves a mi prima y le digo que vaya a recogerte y ya te da ella las llaves y te instalas. Esperala en la puerta del pizza hut ¿vale?
-Vale, bueno luego nos vemos.
Salio mi madre de la ducha, se lió una toalla a la cabeza y otra al cuerpo y sin más vino a la cocina a tomarse el café.
Se me había ido el santo al cielo y el café se estaba saliendo, con lo que mi madre empezó a chillarme como una loca, es un poco maniática de la limpieza.
Puse el café en sendos vasos, saque la leche de la nevera y la sacarina, y nos pusimos a tomárnoslo.
¿sabes quien viene esta noche ma?
- ¿Quién? Dime
- Li, me llamo hoy y esta de camino en el tren.
- ¿Li? Que fuerte, y ¿Qué se cuenta el perdido?
- Pues la verdad es que no me a dicho nada, solo se que quiere contarme el por que de su fuga y eso, ya veremos que pasa cuando venga.
- Pues que va a pasar, sabes que aunque le hiciese eso a Petra el sigue siendo tu hermano aunque no lo sepa.
- Ya, si yo tampoco le reprocho nada, supongo que algo gordo le pasaría para irse así sin más, y aparecer a los años. Bueno espero que este bien, aunque lo e notado un poco raro y me a dejado algo rallado con una cosa.
- ¿Raro? ¿A que te refieres?
- Pues no se ma, el tono de voz, la forma en la que habla, y mientras estabas en la ducha me llamo y hizo un comentario que me a dejado muy rallado, aunque igual me lo imagine yo.
- ¿Qué dijo?
- Pues nada como sabes que tengo las llamadas desviadas aquí a casa, se ve que no tenía cobertura o algo, y sonó aquí, le pregunte que como sabia este numero por que en ese momento no he caído y tal, y no se me ha dicho que le había dejado to loca.
¿Loca?, sabes que el siempre a sido muy cachondo, lo habrá dicho de broma o lo que sea.
- Bueno si, será eso.
Me tome el café y cuando fui a mirar la hora eran ya las cinco menos cuarto y aún tenia que ir a casa de mi prima a pedirle el favor de que fuese a recoger a Li.
Ma, me tengo que ir que e quedado con Tatiana para ir a recoger la nomina, que me hace falta para pedir el préstamo.
-Venga hasta luego.
Salí de su casa dejando tras de mi una gran puerta blindada que habían puesto hace poco y que era la primera vez que la veía debido a los robos que habían últimamente.
Subí las escaleras ya que mi prima vive en el mismo portal dos pisos mas arriba.
Toque al timbre y no tardo en abrirme mi prima con una ya incipiente barriga, ya que estaba en los últimos meses de embarazo.
-Nadia vengo a pedirte un gran favor y no me puedes decir que no, te lo recompensare. ¿Podrías recoger a una amistad a RENFE a las diez?
-Si claro, no te preocupes yo voy, que no tengo nada que hacer, además tengo que bajar esta noche al centro a recoger a Saúl. Que hoy me e quedado yo el coche.
- Bueno toma las llaves y se las das, te esperara en la puerta del pizza hut, se llama Li, venga gracias y hasta luego que tengo mucha prisa.
-Vale hasta luego, pero…….
No le deje terminar la frase, por que baje tan deprisa que apenas hoy el pero y no le di mas importancia.
Fui corriendo a la parada del autobús mientras llamaba a Tatiana para decirle que llegaría un poco tarde.
Tardo bastante en llegar por lo que eran ya las cinco y diez y aún estaba a medio camino.
Llegue al punto de encuentro con mi compañera, nos saludamos con dos efusivos besos como hacíamos por costumbre, parecía que no nos hubiésemos visto en años.
Nos fumamos un cigarro allí sentados en un banquito, mientras le contaba los últimos chismorreos del trabajo:
Nena, sabes que la Juani dijo el otro día que ella no se lavaba el petete mientras tenia la regla.
¿No me jodas? Con lo que me gusta a mí lavarme todo mi chocho.-Dijo con gracia y al unísono que se pegaba palmetadas en el chocho, no pudimos evitar el reírnos, cosa que hizo que todos los que pasaban por allí nos mirasen con caras raras pensando que estábamos locos.
Se nos quedo una vieja mirando descaradamente a lo que le solté a grito pelao a ritmo de la canción de Grease:
Ni Juana, ni Juan, yo me llamo Pepe, hu hu hu.
- Jajá jajá, que bote que a pegado la tía pelleja, jejejej
- Ejjeje, que fuerte un poco mas y me la cargo. Bueno chocho vamos haciéndonos al ánimo de ir a la oficina ¿no?
- Uhhh, no se, no se, bueno venga va, que hoy seguro que me engancho con la marrana de la oficina que le tengo ganas y hoy estoy farruca.
- ¿y eso? ¿Qué te ha hecho la pobre?
- ¿la pobre? , esa es una pedazo de hija puta, pues no me hizo la tía irme el otro día sin la nomina por que no la encontraba, y cuando estaba en el bus, me llama y me dice la so pava que la tenia encima de la mesa y no se había dado cuenta. Si la llego a coger en ese momento, le retuerzo el cuello como a los pavos o le doy un collejón como a los conejos.
Jejejejej, que fuerte, como para que diga ahora que no las encuentra.
Y me come todo mi coño, vamos.
Jajkajajaj, calla ya, que se me esta corriendo el rimel.
¿el rimel? Jajajajjaja, que fuerte, jajaja.
¿Qué pasa? ¿Es que no puedo ir monísimo o que? ,jejejeje
Jajaja, bueno venga nen, vámonos ya que esta noche tengo una cita y necesito por lo menos tres o cuatro horas para arreglarme.
Si vamos ni que tuvieses arreglo, jaja.
Nos dispusimos sin más a andar camino a la oficina, cosa que nos llevo más de una hora, ya que la chiquita se iba riendo hasta de su sombra cosa que me hizo pensar que le había dado un poco más que de costumbre al trinqui.
Llegamos, nos hicieron esperar unos minutillos y enseguida nos dieron las nominas.
Salimos de allí, y fuimos juntos a coger el autobús que aunque no era el mismo, los dos paraban en la misma parada.
El suyo llego enseguida, me despedí de ella con dos besos, y casi nos separa una mujer que dijo: - ahí esta el veinticuatro.
Fui hacia el autobús y después de esperar un buen rato para subir ya que había una cola tremenda, subí le pague el viaje a un tipo bastante aceptable que había como conductor y me senté cerca de la puerta, ya que si no me da el aire de la calle de vez en cuando tiro hasta la primera papilla que me dio mi madre.
El autobús empezó a aflojar la marcha, pensé que habría un semáforo en rojo, pero al mirar por la ventana me di cuenta, que tiraba mas humo que una chimenea. Enseguida nos dijo el conductor, que vendría otro autobús y que nos subiésemos en el otro, enseñándoles el ticket que nos había dado al pagar, cosa que me mosqueo un poquillo, ya que lo había tirado, y no lo veía por ningún rincón del suelo del automóvil, y no tenia mas dinero para pagar otro viaje. Así que sin mas, muerto de vergüenza, ya que soy muy despierto para algunas cosas pero a la hora de hablar con un desconocido me corto mas que afeitándome, me dirigí hacia el contándole lo sucedido, a lo que el tío burro me hecho del autobús sin mas diciéndome que eso no era problema suyo, y que en el momento en que llamo para avisar de la avería, le apagaron desde la central la maquina con la que tica, y por mucho que me insinué a el, para ver si así conseguía algo, no conseguí nada. No tuve otra que bajarme de la chatarra humeante y disponerme a irme en el coche de Fernando, si si, ese de un ratito a pie y otro andando.
Camine varias horas, el camino no es muy largo, debería haber llegado en unos tres cuartos de hora, pero reconozco que me entretengo hasta con una mosca, así que cuando llegue eran ya casi las once de la noche.
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